Página 2 de 5

Por: Jessica Campos

Despertamos, agradecemos, le damos a la mente cinco segundos para que haga un flashback al día anterior, respiramos conscientemente y nuestra voz interna nos susurra al oído un dulce ya no es ayer.

Si fue uno de esos días dónde el corazón latió con más rapidez de lo normal, la ráfaga de imágenes mentales se encargará de dibujar una sonrisa que tal vez nos dure hasta la primera taza de café.

Si por el contrario quedaron algunos pendientes, no hay otra opción que dejar para luego los «5 minutos más» y prepararse, porque la única oportunidad con la que contamos para resolverlos es el ahora.

Dicen que la vida es cíclica. Que esos momentos que dejamos con tres puntos suspensivos, volverán para reducirse a uno final. Los abrazos que dejamos a medio andar, vendrán con más calidez de lo normal. Y que a los nuestros que nos tocó decirles hasta luego, pronto escucharán un «welcome back», o viceversa.

Todo nuevo amanecer es una oportunidad para renovarse, reinventarse y relajarse. Sí, relajarnos, porque si miramos alrededor podemos observar cómo todo va en cámara rápida. Queremos respuestas inmediatas, dejamos saludos en el aire, y nuestro nivel de tolerancia está irradiando una luz de alerta que nos indica que ha llegado a su final.

Dejemos el ayer en su lugar y empecemos por aprovechar el hoy. Si es de iniciar algo que está pendiente en el to-do list, desempolva y acciona. Si es de dar un gran paso, ata tus cordones y que sea la vida quién refuerce el camino para que no hayan tropiezos. Quien sabe, tal vez YouTube sólo está esperando que por fin nos decidamos a crear un canal para confirmar que sí llevamos un artista por dentro.

Mantengamos el enfoque siempre en dirección hacia nuestro Norte. Todo lo que hagamos será reflejado en un punto lejano al ahora. Los recuerdos sólo están hechos para ser los protagonistas del ayer.

El momento es hoy.

Respira y Vive.

Por: Jessica Campos

Para dar respuesta al título pudiera hablar de dos escenarios. Con mirada al frente puedo decir que llegan al punto donde la vista queda nublada por hacer enfoque en el punto final. Si miro al cielo, puedo afirmar que sobrepasan las nubes, incluso llegan mucho más alto de lo que un avión puede volar.

Sin duda, no tienen medida alguna que puedan representarlos.

Sé que hay sueños realizables y aquellos que sólo se presentan para darle un toque de alegría a la memoria, y con ello al corazón.

Yo elijo llevarlos de la mano a ambos. Qué mejor manera de vivir la vida a sabiendas que todo lo que pasa por nuestra mente puede lograrse. Sin importar su medida y su tiempo de espera.

Y es que allí radica su secreto, quitarle el enfoque a ese desmotivador tiempo de espera. Si lo logramos, seremos capaces de concentrarnos en identificar ese pálpito diferente que nos avisa que ya estamos cerca de llegar a lo que nos proponemos, que todo esfuerzo valió la pena y que ahora sólo nos queda disfrutar el momento.

Yo te invito hoy a hacer un listado de todo aquello que aún tienes por-cumplir. Que no se quede ni un sólo deseo fuera del conteo.

Con tu mirada al frente y atento a tu voz interna que de seguro estará repitiendo cada par de minutos un fuerte «lo lograré», podrás dar respuesta cada vez que alguien se acerque a preguntar:

Y tus sueños, ¿hasta dónde llegan?

Respira y Vive

Por: Jessica Campos

Venezuela tiene dos hijos, el que firmemente gritó «ya regreso», y aquel que susurra a voz lenta «por ahora, acá.»

Ambos con una montaña rusa de sentimientos, de no saber si moverse o simplemente estar.

Si juntaramos los recuerdos de cada uno, haríamos un scrapbook más alto que la torre Eiffel, más ancho que el Río de la Plata y más grande el propio Amor que tiene nuestro país por nosotros.

Si juntaramos los sueños que tenemos en lista de espera, tal vez estuvieramos encaminados a recoger el premio a primer lugar en Creatividad.

Por años, nos han recomendado cambiar pensamientos negativos por positivos, a fin de subir los ánimos que con acumulo de tiempo han caído. Yo comparto este juego mental, que se va engrandeciendo con sólo cerrar los ojos y disponerse a volar.

«Familia, Maracaibo, Sol, Lago, Playas, Margarita, Los Roques, Cayos, El Ávila, Montañas, Los Llanos, Sabana, Mochima, Amazonas, Orquídeas, Hallacas, Páramo, Joropo, Gaitas, y una caída libre desde el salto más alto del mundo, nuestro Ángel.»

Si estás, sonríe y sigue adelante. Si por ahora no estás, también sonríe y sigue adelante.

Esa punzadita en el corazón con sabor a nostalgia, sólo nos está invitando a internalizar un: Todo está bien, siempre lo ha estado y siempre lo estará.

Sigue tu Norte, la vida es ahora.

Respira y vive

Por: Jessica Campos

Confieso que le tengo miedo a las alturas, a la lluvia, a los espacios cerrados y a ciertos animales. Pero en este post no voy a hablar sobre miedos, sino de SOLTARLOS.

Hay decisiones que cuando llegan, te hacen sentir similar a una caída libre. Llevarlas a cabo no es del todo fácil pero cuando es el momento, no hay fuerza que lo impida y no hay manos que las detenga.

A medida que sumamos edad, nuestros objetivos aumentan y con ellos nuestros miedos. Dejamos de pensar en los «mañana veremos» y damos entrada a los ¿Y qué pasa sí?, lo que nos hace dudar y por ende postergar.

Pero les aseguro, la solución está en recordar cuatro palabras que siempre deben estar en primer lugar: «Dios tiene un plan».

Cuando vamos en caída libre, sólo la brisa que golpea nuestro rostro es la protagonista. Eso, y por supuesto el incremento de velocidad de nuestras palpitaciones.

Liberamos control de nuestra mente y dejamos todo en manos del destino. Por tanto una sensación de felicidad va recorriendo hasta hacer que lo único de lo que nuestros espectadores estén atentos es al brillo que brota de nuestra sonrisa.

Si quieres intentarlo, basta con hacer un stop. Esa voz interna que va subiendo de tono es la única que debe ser atendida en el momento. Le está pididendo a tu mente que lo único que quiere hacer ahora es lo que les mencioné en el párrafo 1: SOLTAR.

Recuerda, todo está bien, siempre lo ha estado, y siempre lo estará. Es momento de observar el entorno en un giro de 360°, y cuando retornes al lugar donde comenzaste, cierra tus ojos y prepárate porque tu turno al salto será en 3, 2, 1. GO!

Respira y Vive

 

IMG-20171124-WA0016Por: Jessica Campos

De seguro hubiese sido más simple plasmar un 2018 como título de este post. Sin embargo, mi intención es demostrar que el tiempo en que la mente demora en procesar que el título es una cifra, equivale al que nos tomó a muchos arrancar este nuevo año, este nuevo comienzo.

Demoramos, no por el hecho de no tener planteados nuestros propósitos de año nuevo, ni por subestimar esa adrenalina con que nos levantamos el día 1, sino por esa pausa extendida que nos nubló la vista mientras con fuerzas tomábamos el control del timón.

Para muchos puede parecer un tanto exagerado, y lo respeto. Hablo en primera persona, pues tardé cuatro semanas para que el primer post pudiera surgir. Bueno, y también en nombre de aquellos que alrededor cruzábamos miradas asombradas.

Hace poco les hablé sobre invitar a la vida a bailar, y desde aquí les re-afirmo, póngalo en práctica. Ésta vez escogí ir al son de esa dulce voz energizante de Simón Díaz y un zapateo criollo similar al de «si nos dormimos nos come el tigre».

Ya con una vista amplia y clara, decretamos que será un año lleno de retos y éxitos. Y si prestamos atención plena, la palabra Emprender hará eco suficiente para impulsarnos a dar más. Les aseguro, todos llevamos un talento por dentro. Los invito a escucharse, proyectarse y atreverse a dejarlo relucir.

A esto le sumo dos palabras que servirán de ayuda en nuestro paso: Enfoque y Norte. Y dos más que nos alentaran en cada experiencia: Respira y Vive.

Por ahora, deseo que sus límites sean tan amplios que puedan llegar de norte a sur y de este a oeste. Y que sus proyectos cumplan el único objetivo de SUMAR.

Nos vemos el próximo mes, ese que viene con extra de amor.

Respira y Vive

IMG-20171203-WA0027-1

Por: Jessica Campos

Haciendo un chequeo de los que en Enero fueron mis propósitos de año nuevo, obtuve como resultado un Todo Listo +1.

Ese +1 se sumó ya a finales, sin embargo fueron varios intentos hasta que salió con éxito. Sí, las famosas panquecas de avena.

Transitar durante 365 días, sabiendo que tenemos un listado de To do’s tan personalizado, nos hace sentir un tanto originales. Vamos abriendo camino juntando la mejor mezcla: logros con aprendizaje, al ritmo de un atleta en construcción, con caídas pero nada grave.

Felicito a todo aquel que pudo tildar con un OK cada uno de sus deseos. Aquellos que lo hicieron con frío, calor, hojas secas y una hermosa nevada. A los que lo hicieron al ritmo de un Mariachi. Aquellos que lo hicieron mientras esta parte del mundo dormía. Y los que lo hicimos en un sólo pestañeo, porque fue así como sentimos este año en mi linda Venezuela: Fugaz.

En promedio, todos a la edad de 10 años descubrimos el secreto del Señor que baja por la chimenea. Y en promedio, pasados los 30’s retomamos esa creencia. Hay algo en nosotros que nos impulsa a hacer nuevamente ese pedido días antes de la Navidad. Es como una magia que vuelve a nosotros y hace que la creatividad nos invada. Con la única diferencia que dejamos a un lado todo lo tangible, y los deseos se tornan en un listado sin costo monetario. Paz mundial, Luz en el camino, AMOR a los nuestros y el mejor dúo Esperanza y Fe.

Por este año me despido, a todos gracias por tomar su tiempo para leer este espacio los días Domingos, y por dejar surgir esas palabras que demuestran sus sentimientos al final de la lectura.

Por ahora, me acompañan mi Taza de Té Respira y Vive, un par de hojas para mi carta, mis propósitos de año nuevo y un listado de posibles posts para el año entrante.

Que tu luz brille hasta iluminar la ciudad entera y que tus fiestas se vistan de rojo, verde y olor a canela. Comencemos la celebración.

P.D. Tal vez el próximo año mi +1 sea el Pie de Limón. Por ahora Santa, allí te dejo panquecas de avena.

Respira y Vive

 

P1010589

Por: Jessica Campos

Este post es breve, pero al final nos hará mover, se los prometo.

Algunos dicen que la vida con su dinamismo, llega a tu puerta para invitarte a moverte a su ritmo. Hay otros que dicen que es tu movimiento quién hace la invitación. Desde mi perspectiva, todo ocurre en un acuerdo mutuo, con un baile que inicia entre ambos al conteo del 1, 2, 3…

Estar en movimiento siempre trae consigo un punto a favor. Ya sea porque te acerca las cosas que estaban esperando por ti o aleja aquellas que sin permiso quieren seguir atadas.

Muchas veces desesperamos por creer que por perder el paso, no existirá una siguiente oportunidad. Son en esos casos donde debemos recordar que no existe canción alguna cuyo coro no sea repetido un par de veces y no hay práctica continua que no nos haga más que ser maestros. El mensaje aquí radica en que en el momento que nuestros pasos vayan a un ritmo diferente, haciéndonos sentir que debemos huir de la pista, simplemente confiemos y estemos atentos en la próxima repetición, pues es allí donde tomamos firmemente de nuevo el control y una voz interna nos grita con orgullo: continuemos.

Somos libres de movernos a nuestro estilo. No existe un modelo único. Lo importante es hacerlo, en silencio, en nuestra cuenta. Al final, los resultados son para cada uno de nosotros. Para nuestro bien.

A esos que andan por la vida con su check list­­­­­, validando si lo estamos haciendo bien o mal, rápido o lento, es bueno recordarles que somos humanos, cada historia es diferente. Tenemos el derecho de escoger andar al ritmo de un Diamond Heart de Lady Gaga o un simple Despacito de Luis Fonsi.

Permítete seguir tus sueños, están allí en frente esperando. Sólo se necesita de un poco de movimiento para ir tras ellos. Cuando te sientas preparado, concentra tu atención en la vida, y dulcemente susúrrale al oído un convincente: ¿Bailamos?

Respira y Vive

 

 

CAM04724

Por: Jessica Campos

Es increíble ver cómo para esta fecha escribir se torna más fácil. Tal vez sea por ese sentir de que la Navidad se acerca y con ella su brillo, su olor, su sabor y su ambiente de celebración. O quizás por ese apretujo en el corazón que nos llega cuando el recuerdo se invade con imágenes de los que ya no están o aquellos que están a un paso de partir.

Puede también deberse a ese momento que tomamos para mirar atrás y ver cómo en once meses pudimos sentir más de una vez la llamada felicidad. O escuchar ese pálpito en el corazón con sólo pensar que estamos a pocos días de iniciar un nuevo ciclo y con él nuevas aventuras.

Quizás sea sólo por el hecho de que nos estamos deteniendo a observar que aunado a todas esas experiencias que trajo cada día, aún a nuestro lado siguen los que siempre están, los que dicen te quiero con dulzor, los que aún estando al filo de la pendiente nos sujetaron fuerte, los que nos hicieron mirar al espejo y ver que nuestra mirada reflejaba una sola palabra: fortaleza.

Aquí entra lo criollo, me disculpan los ajenos a nuestro país.

Debo admitir la valentía de aquellos que en Diciembre comerán sus hallacas Made in -The World-. Admiro también a aquellos que la comeremos con un nudo en la garganta que ni el agua es capaz de disolver. A ambos les digo, sólo una palabra nos hará ser más fuertes: fe.

Nos caracterizamos por ser humanos, emprendedores, cariñosos, y por sobre todo perseverantes. Y sé que si pudiéramos escribirle una carta a Santa, de seguro la palabra unión haría un eco. Pero si estamos leyendo esto, es porque ya no tenemos edad para eso, por lo tanto mantengamos el enfoque en nuestro norte. La vida nos invita a escribir nuestra historia, nuestra misión es darle un toque extra al guion que nos toca.

Hagamos un cierre de año contabilizando nuestras metas logradas, de seguro fueron muchas. Celebremos anclando nuestra mirada en el primer árbol de navidad que se cruce en nuestro camino y escuchemos con atención el sonido de las campanas que avisan que la mejor época del año ya está aquí.

Que nuestro tricolor nos arrope, estemos donde estemos, y nos haga sentir ese calor que como venezolanos nos toca.

Dicen que cada persona tiene una perspectiva diferente de ver las cosas, yo hoy escojo verlas con AMOR, invito a todo aquel que guste acompañarme.

Les recuerdo y re-afirmo el merecido título de este post, ser valiente a veces es lo mejor.

Respira y Vive

 

Por: Jessica Campos

En ese orden. Y a la inversa también.

Quién me conoce bien, sabe que si algo no es de mi agrado es el: clima lluvioso. No es la ráfaga de viento que se levanta como anuncio de una lluvia cercana, ni las luces de los relámpagos que antesala un gran estruendo, ni ver el cielo tornar oscuro y gris. Es cuando la nube apenitas tapa el sol. Allí, justo allí.

Quien comparte este sentimiento, tal vez esté de acuerdo conmigo. Quién no, dirá que simplemente exagero (como todos mis amigos).

Hay cierta relación entre temerle a la lluvia y la imaginación. Sí, la imaginación, porque en cuanto la lluvia da su inicio, ya tenemos una película completa de cómo finalizará este episodio. Bueno digo tenemos, por si alguien se unió conmigo en el párrafo 2.

Hablemos de coincidencias. Ciertamente he repetido en posts anteriores que no existen. Pero digamos por esta vez que por alguna razón escogí leer un libro justo cuando este tipo de clima ha sido tan repetitivo estos días. Les aseguro, no se encuentra calma entre leerlo y ver por la ventana cómo la lluvia hace su anuncio de llegada. García Márquez es un autor que con sólo un par de palabras nos permite hacer imagen de la historia que narra. Es por esto que les aconsejo, entre muchos de sus textos, permítanse leer el Relato de un Náufrago, sólo cuando el verano esté en su máximo esplendor.

He aquí por qué les hablo de imaginación. Muchas veces hacemos uso de ella ante situaciones que calificamos como no deseadas. Esas que están fuera de los parámetros que consideramos normal, y que al fin y al cabo son sólo situaciones. Apenas surgen, nos basta con dar click en “ON” a la imaginación de tal manera como si estuviéramos participando en un concurso de Genios en Creatividad. En ciertos casos, aún no han ocurrido en su totalidad cuando ya tenemos imaginado un panorama completo de lo que ocurrirá. Eso, i-m-a-g-i-n-a-d-o.

En el post anterior indicaba que la vida nos invita a vivirla con suavidad. Sí, con suavidad y con un tanto de realidad. Por ello es que nuestro deber ante toda situación es simplemente aceptar todo tal como viene, sin más ni menos. En su empaque original. Vivirlo en el momento, en el ahora, y dejando sólo en nuestras manos la única acción: confiar.

A muchos nos/les resultará difícil (no sé si a este punto alguien sí me acompaña), pero con un poco de práctica basta para hacernos maestros. Dejemos a un lado esa imaginación que resta visión a lo que tenemos en frente. Y si lo que se presenta tiene un sabor des-agradable, nuestra mejor opción es aferrarnos a un Después de la tempestad llega la calma, porque créanme que sí llega.

Recordemos, todos los días traen un aprendizaje. Antes de colocarle una etiqueta negativa a una situación, en silencio observemos, aceptemos y confiemos. Estos tres simples pasos nos permitirán entender los siguientes tres: Todo fluye, todo cambia, todo pasa.

Les dije que a la inversa también servía.

Respira y vive

Globos

Por: Jessica Campos

En ciertas oportunidades lo he comprobado. Les comparto la más reciente.

Con una postal que llegó como souvenir y una dedicatoria que expreso en seguida, el deseo plasmado al final de la misma, sirvió de inspiración para escribir este post.

“Para Jess,

Espero que disfrutes tanto como yo el viaje que nos presenta Belén en su libro. Yo lo devoré en una semana, estoy segura que a ti también te gustará. Creo que servirá de inspiración para tu  Blog!

Con cariño”

Y sí que lo hizo!

Confieso que en los últimos cuatro meses he leído más de la cantidad de libros que tenía planeado. Aún estoy descifrando si es por el hecho de todo ese free-time que surgió como golpe repentinamente; tal vez por la poca paciencia que ya me queda al esperar que la luz del router indique que ¡si hay internet!, o sólo por el hecho de querer escapar de la realidad por un rato más. Sin duda perdí la cuenta de cuántos fueron, sólo sé que estaba buscando respuestas a preguntas que con poca claridad me estaba realizando.

Mientras indagaba cada libro que iba pasando por mis manos, memorizando frases que servirían de ayuda en el camino, finalmente llegó el que menciona la dedicatoria del segundo párrafo. Sencillo, expresivo, romántico, y cautivador. Romántico no por narrar una historia de dos, sino por el amor  a la vida, esa a la que un post atrás nos invitaba a vivirla con suavidad.

Sí, la vida es un Boomerang, con eso de “lo que se da es lo que recibes”, nos convence a todos de hacer las cosas cada vez mejor. Por mi parte, una vez más le estaba saboreando el sentido a ese mensaje. Mientras a gusto regalaba un poco de lectura con Respirayviveblog, la vida me tenía guardada aquella que Belén Díaz, estaba preparando, justo para ser leída cuando la estaba necesitando.

Con esto, puedo expresar dos lecciones aprendidas; confía en tus acciones y aprende a dar el respeto que merece la llamada paciencia.

Sonaría repetitiva  mi recomendación por esta vez, pero con lo aprendido, sólo puedo aportar que traten en lo posible, que de sus manos sólo salgan acciones positivas, llenas de energía, humildad, honestidad y con un extra de AMOR, les aseguro, la vida no tarda en traerlas de vuelta, y sí lo hace, es porque aún no es el momento, pero cuando ocurre las trae en la cantidad perfecta y con el mejor empaque.

Les comparto el extracto que para mí fue el momento de conexión con el libro, tal vez con leerlo les provoque descubrir lo que el resto de sus páginas dibujan.

“Allí estaban todos, frente a ella, alineados, sonrientes, satisfechos. Júlia los repasó uno a uno, con detenimiento, mientras le atravesaban ráfagas de sentimientos contrapuestos. Curiosamente, la autocompasión no hizo acto de presencia pese a que en los últimos meses,  Júlia y ella habían pasado juntas bastante tiempo. A cambio, percibió algo nuevo. Agradecimiento.” (*)

Que su tiempo sea perfecto para planificar su próxima acción al entorno, y que sus corazones reconozcan que la paciencia es la clave para esperar lo que la vida trae de vuelta.

Respira y Vive

 

(*) Extracto textual de “Tiempo de Breitner”, Belen C. Díaz.  www.facebook.com/tiempodebreitner