
Hay quiénes miran a la Luna y sonríen (yo), hay quiénes saben que allí arriba está y con eso se conforman. Hay quiénes la usan como musa para un lienzo o tal vez unas letras llenas de amor. Hay quiénes dicen que se atreverían a bajarla, en conjunto con las estrellas.
Y si, es cierto, la luna está allí, afuera, alumbrándonos, en todas sus fases, siempre con su color neutro y brillante.
Que sería genial poder visitarla? Pues podríamos preguntárselo a quiénes ya allí estuvieron. Que nos gustaría tenerla más cerca? Pues me atrevería a decir que hay que consultarlo con ella primero. Que nos gustaría que las nubes no la ocultaran? Pues no podemos ir en contra de la naturaleza, ella es más sabia.
Lo cierto es que hoy, a las 9.32pm, después de un atardecer hermoso en una noche de primavera, ha salido. Como protagonista de un acto único entre el Sol, La Tierra y Ella. Alineados los tres. Dejándose ver simplemente auténtica.
No dudo que muchos fotógrafos tenían sus lentes preparados, los enamorados sus citas perfectas, y otros tantos sin ningún arreglo, esperando ansiosos por verla.
Yo salí a la hora pautada, la miré con mi sonrisa de siempre, le pedí un deseo y respiré. No una, ni dos veces. Me detuve un rato a contemplarla consciente de mi respiración, como invitada en primera fila.
Luego corrí a escribirles, porque recordé que había creado este espacio para contarles como momentos únicos, ratitos en la vida, nos dan la oportunidad de hacer una pausa y sólo inhalar y exhalar repetidamente hasta sentirnos que sí, acá estamos, como Ella está allá afuera acompañándonos.
Respira y Vive ❤️
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