Por: Jessica Campos
Venezuela tiene dos hijos, el que firmemente gritó «ya regreso», y aquel que susurra a voz lenta «por ahora, acá.»
Ambos con una montaña rusa de sentimientos, de no saber si moverse o simplemente estar.
Si juntaramos los recuerdos de cada uno, haríamos un scrapbook más alto que la torre Eiffel, más ancho que el Río de la Plata y más grande el propio Amor que tiene nuestro país por nosotros.
Si juntaramos los sueños que tenemos en lista de espera, tal vez estuvieramos encaminados a recoger el premio a primer lugar en Creatividad.
Por años, nos han recomendado cambiar pensamientos negativos por positivos, a fin de subir los ánimos que con acumulo de tiempo han caído. Yo comparto este juego mental, que se va engrandeciendo con sólo cerrar los ojos y disponerse a volar.
«Familia, Maracaibo, Sol, Lago, Playas, Margarita, Los Roques, Cayos, El Ávila, Montañas, Los Llanos, Sabana, Mochima, Amazonas, Orquídeas, Hallacas, Páramo, Joropo, Gaitas, y una caída libre desde el salto más alto del mundo, nuestro Ángel.»
Si estás, sonríe y sigue adelante. Si por ahora no estás, también sonríe y sigue adelante.
Esa punzadita en el corazón con sabor a nostalgia, sólo nos está invitando a internalizar un: Todo está bien, siempre lo ha estado y siempre lo estará.
Sigue tu Norte, la vida es ahora.
Respira y vive
Camino siempre adelante con los pies puesto en la tierra y mi mente y corazón en mis sueños.
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