p1010294

Por: Jessica Campos

Existe algo, que por muy renuentes que nos mostremos ante ello, simplemente nos termina convenciendo: vivir nuestras vidas bajo un patrón, normativa o lo que algunos se atreverían a llamar términos y condiciones. Quizás sea nuestra preferencia por caminar de la mano con lo seguro, o tal vez ese pequeño sentimiento que surge ante lo desconocido (miedo). En cualquiera de los casos, estamos dejando a un lado esa parte que traemos inmersa y que nos califica como humanos, sentir.

Todos contamos con valores, personalidades, principios, y capacidad para dar. Si enlazamos cada uno de estos elementos, en una población aleatoria, sólo haríamos match en el nombre de los elementos mencionados. Su contenido se disgregaría en millones de partes. Así de únicos somos.

Esa autenticidad que nos caracteriza, en ocasiones escapa de nuestras manos. Y en nuestro intento por imponer nuestros gustos, preferencias y hasta acciones, olvidamos eso que es fundamental y que la vida trata de recordarnos a diario: no estamos solos. Así es. Toda persona a nuestro lado, también tiene su espacio a ocupar y un espectador a quien deslumbrar.

La vida nos invita a vivirla sin tanta imponencia, sin mucha rigidez, simplemente nos traza un camino guía para que todo fluya. Con esto, no debemos confundir, los pilares fundamentales que blindan nuestro andar, nuestros valores. Es simplemente, entender que el camino se hace más ligero si miramos a nuestro alrededor y aceptamos lo que vemos. Aceptamos a la persona a nuestro lado, y al entorno en general. De allí parte todo. Es una tarea que muchos etiquetan como difícil, pero sólo basta practicar.

Si bien es cierto, en muchos aspectos, es necesario establecer términos y condiciones para que se cumpla un objetivo. Sin embargo, mi consejo es dejar ese trabajo a los asesores legales. Son ellos los expertos en darle función a estos elementos. De nuestra parte está marcar nuestros pasos con suavidad, y dejando visible sólo lo mejor de nosotros. Les confieso, sólo buenas retribuciones surgirán luego de ello.

Con esto, evitamos disgustos, decepciones y hasta esa dificultad que a veces surge cuando intentamos poner en práctica lo aprendido en el post anterior, identificar nuestra hora de equilibrar. Por ahora, comencemos por hacer de este mundo, el mejor hogar para todos. Asegurémonos que lo único válido como términos y condiciones sea: Respirar y vivir.

Nos vemos en el mes del AMOR.

Respira y vive

 

2 comentarios

  1. «no estamos solos. Así es. Toda persona a nuestro lado, también tiene su espacio a ocupar y un espectador a quien deslumbrar», coincidencialmente ayer hacía un análisis de todas las personas que veía caminando a mi alrededor, y pensaba que cada ser humano tiene su propio mundo dentro de este espacio geográfico en el cual nos ubicó Dios o esa gran fuerza del Universo somos seres que caminamos y existimos en este mundo con vivencias, costumbres, habilidades y destrezas todas estas fundamentadas en nuestro entorno cultivadas por valores familiares, somos seres especiales importantes y maravillosos en nuestro propio espacio de este enorme mundo.

    Le gusta a 1 persona

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s