Por: Jessica Campos

Recientemente llegó a mí una sugerencia. Esas que al estar en mis manos, se convierten en retos, con un toque de inspiración. Traía consigo una imagen cuyo título hizo que el de éste post se convirtiera en su réplica y un contenido con siete frases, que aún siendo usadas en el contexto de posts anteriores, merece la pena volver a mencionar:

A simple vista parecería una receta, o tal vez una de esas prácticas personalizadas para recorrer el camino hasta llegar al Norte. Sin embargo, por desconocer su creador, y su intención al realizarlo, sólo puedo tomar su mensaje y reflejarlo en lo personal, pudiendo afirmar que esas palabras traducen la marcha y sincronía del engranaje que une todo lo escrito hasta ahora en este blog.

Como lo afirmé en el post anterior, las casualidades no existen. Es la vida quien coloca todo en nuestras manos en el momento correcto. Para muestra un botón. Si hacemos un escaneo extensivo por cada una de estas frases pudiéramos terminar regalando un abrazo al culminar la lectura. Por tanto desde ya prepárense los afortunados, porque de cada lector dependerá su tamaño.

El objetivo de esas frases es activar cada uno de nuestros sentidos, de motivarnos a dar lo mejor de nosotros al entorno, y lo más importante, nos invita a tener presente lo que frecuentemente olvidamos: ser Más humanos.

Iniciemos recorrido por cada una de ellas. Menos pensar – Más sentir; nos da esas alas de libertad que permite que todo pensamiento se transforme en sentimiento, cambiando su curso desde nuestra mente en dirección hacia nuestro corazón. Menos enojo – Más risa; existen dichos que afirman que sonreír al menos una vez al día, asegura bienestar, esta frase en pro de ello, nos invita mirar a un lado y ofrecer el mejor saludo que hace surgir esa pizca de sonrisa que guardamos con temor. Menos hablar – Más escuchar; con esto le haríamos un favor al entorno e incluso a nosotros, cuando escogemos calmar nuestra voz y poner atención plena a la persona que intenta comunicarnos su opinión, damos pie a que un sentimiento de confianza surja en ella, es nuestra acción implícita de expresar un todo está bien. Menos juzgar – Más aceptar; todo secreto radica en la aceptación. Cada persona tiene sus acciones y sus enseñanzas, desde lejos observemos y asintamos. Es nuestro rol ser espectador, y dejar a un lado ese personaje que interpretamos con gran interés, el de ser juez. Menos mirar – Más hacer; es dar bienvenida a eso que nos caracteriza como seres, como personas, ese toque de ayuda que todos esperamos y que con intención dejamos fluir. Sin más, hagamos el bien.  Menos miedos – Más amor; mi favorita. Y es que en el post Fearless (sin miedo) expresaba claramente el efecto de esta palabra guía. Sin duda alguna, día a día sigue haciendo de las suyas. Mientras yo regalaba un Respira y Vive al entorno, éste me entregaba como recompensa esta imagen y como reto, realizar un post como el que he podido plasmar en este momento. Una vez más, puedo afirmar lo logré.

Tú también tienes algo que regalarle al entorno, ponle atención plena a su llamado, o quizás mientras lo haces, puedes comenzar por ese abrazo que desde el párrafo tres estamos esperando.

Respira y vive

 

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